Es la típica situación que si no te la cuenta alguien que ha estado allí, creerías que es un chiste. El tipo que se ve asomarse por la ventanilla está a bordo de uno de los vagones del tren transmongoliano y los operarios de la parte inferior han levantado el tren en volandas y están cambiando literalmente todo el juego de ruedas del convoy. Pero, ¿por qué?
Adriano Morán, que se hizo esta misma ruta el pasado verano, cuenta que la explicación está en el ancho de las vías. Las vías mongolas y las rusas se construyeron en su día con un ancho distinto de las chinas (en teoría como decisión estratégica para dificultar una supuesta invasión terrestre), así que cada vez que un tren cruza la frontera china desde uno de estos dos países, se ve obligado a detenerse durante unas horas hasta que los operarios lo levantan y le ponen ruedas nuevas a cada vagón.
Si el tren viene de Mongolia, como en este caso, la parada obligada es la estación de Ere Hot, donde el tren se detiene durante alrededor hora y media. Los pasajeros tienen la opción de dar una vuelta o de quedarse en el interior del tren. La ceremonia se repite día tras día para sorpresa de algunos viajeros y seguirá así hasta que alguno de los países decida que es más racional
Que parece una solución Salvadoreña de las que estamos acostumbrados a ver por estos lares
salu2 a tod@s
Mr. Moon.
La vida es un 10% como viene y un 90% como la tomamos
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