viernes, 4 de enero de 2008

Angeles de El Salvador

Pues antes que nada desearles un feliz 2008 a tod@s, que el todopoderoso nos llene de bendiciones, salud, trabajo y amor (o en su defecto buen sexo).

Comenzando este 2008 comparto con uds. una noticia buena en mi opinion, la participación de una banda musical de salvadoreños en el festival de las rosas este primero de enero, les comparto una muy buena narración que realizó nora en su blog www.puertadenora.blogspot.com y que comparto con uds.

El tradicional Desfile de Las Rosas en Pasadena, California, tuvo este año 2008 por tema Passport to the World's Celebrations - Passaporte a las Celebraciones del Mundo, un tema que se ha vuelto emblemàtico para el casi o màs de un millòn de salvadoreños que residen en Los Angeles, California.

Una banda de estudiantes del INFRAMEN protagonizò en estos dìas previos al evento, una aventura de matices èpicos para los "hermanos lejanos" que vivieron momentos de angustia ante la posibilidad de que los muchachos y muchachas del instituto pùblico salvadoreño no pudieran asistir por primera a vez a participar en el Desfile norteamericano, en donde representarìan no a El Salvador como Estado o naciòn independiente, sino al Estado sui generis que representan nuestros compatriotas en ese paìs y màs especìficamente en L.A., al que algunos incluso han llamado, el departamento 15.

Ni TACA (donde viajan los grandes artistas, de choto -gratis-) ni el Gobierno Central salvadoreño apoyaron la iniciativa y los muchachos vivieron una travesìa terrestre a escazos dìas del inicio del desfile, pasando incluso el 24 de diciembre en pleno viaje y arribando pocas horas antes del fin de año. Asì llegaron a L.A. y participaron en el famoso Desfile de Las Rosas, al cual los salvadoreños se familiarizaron desde los años 70's cuando en la televisiòn local -ùnica en ese entonces- los transmitìa rigurosamente año con año, los primeros de eneros. Luego vino el gran èxodo, por la guerra y luego por la pobreza y falta de oportunidades, y los salvadoreños han formado una comunidad enorme en EEUU, paìs del cual ahora se sienten parte y còmo no, si pagan impuestos y ayudan a su crecimiento econòmico dìa a dìa.

Ahora los salvadoreños participan en el Desfile de Las Rosas, en un hecho insòlito, donde vemos el fenòmeno de la transculturizaciòn muy bien reflejado. No solamente el paìs dominante (el que recibe a los inmigrantes aùn sin pedirlo) impone su cultura sino que los inmigrantes, les toman la palabra y se insertan a su manera en dicha cultura; y lo hacen como siempre: venciendo obstàculos, caminos, fronteras y a un gobierno local hipòcrita que sanciona dichas migraciones ilegales en su discurso y premia por otro lado, a las remesas y el prestigio que los inmigrantes representan, sobre todo en tiempos electorales.

Los Angeles de El Salvador, son eso, àngeles de El Salvador, del Salvador del Mundo, del Pueblo salvadoreño en el exilio econòmico y en resistencia ante la pobreza obligada de un paìs diseñado sòlo para el beneficio y bienestar de unos pocos.

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