lunes, 28 de mayo de 2012

¿Quién quiere que haya mucha deuda?


sábado, 12 de mayo de 2012

Recetas varias

Aficionado a la cocina como soy, más no profesional, me tomo el tiempo de cuando en vez de preparar algunas recetas que me encuentro por la red, algunas decepcionan por su sabor o por su complicación, más esta vez quiero traer a ustedes unas cuantas que me han sorprendido por su facilidad y por su sabor, y bueno ya sabemos que para gustos hay colores y sabores, sin más l@s invito a prepararlas no se arrepentiran y sus comensales agradecidos quedarán, copio y pego (lo admito no como aquel escritor amigo que rebuzna cuando se lo critica por hacer lo mismo) con la idea que tomen del autor su propio estilo de escribir y de cocinar.

Marmitako de Salmón

fuente http://alamesa.bitacoras.com/
Actualizo con el último éxito triunfal, un clásico "with a twist", y bastante más económico que el original, visto el precio a que está el bonito (¡y eso que es de temporada!).

El salmón es uno de mis pescados favoritos, cada vez que lo veo de oferta me llevo el bicho entero siempre y cuando el amable pescadero me lo prepare en lomos limpios, sin piel y teóricamente sin espinas. Lo de "teóricamente" es literal, le quita la espina grande pero siempre quedan otras que hay que sacar con paciencia y unas pinzas de depilar las cejas. Luego lo corto en trozos de ración, y al congelador para cuando se tercie.

Para esta receta, como el salmón va en dados más o menos grandecitos, se aprovechan los trozos menos presentables.

Va sin cantidades, que para algo somos todos listos, guapos y hábiles cocinillas.

En una cazuela amplia, que no necesariamente alta, rehogamos cebolla hasta que quede bien tierna. A mitad del proceso añadimos también pimiento verde picadito, y cuando ya casi esté ajo picado. Incorporamos patata pelada y cortada a "cascos" (ya sabéis, rompiéndola más que cortándola para que espese el guiso), unas hebras de azafrán, su pizquita de pimienta blanca recién molida, sal con mesura, una hoja de laurel y líquido, no demasiado, tampoco demasiado poco. Una mezcla de tres medidas de buen caldo de pescado y una medida de vino blanco seco, diría yo, pero para gustos se hicieron los colores. Y los sabores.

Bajamos el fuego y dejamos hacer hasta que la patata esté tierna, bien tierna, sin deshacerse pero muy tierna. Buena patata ha de ser, por cierto. Cuando la patata esté lo dicho, muy tierna, añadimos el salmón cortado en dados y dejamos hacer un minuto. No más (bueno, depende del tamaño de los dados; el caso es que quede hecho, pero muy jugoso, la textura de suela de zapato que obtiene cuando se hace demasiado no es nada interesante).

Rectificamos de sazón y... alamesa.

Escrito por Cristina Macía

Salsa al Vodka (para pasta)

Fuente http://historiasdelagastronomia.blogspot.com/

Para 4 personas
Ingredientes:
400-500 gr. de pasta cocida
3 cucharadas de mantequilla
2/3 de vaso de vodka
1 buen pellizco de pimienta roja (cayena molida)
1 lata pequeña de tomates al natural
¾ de vaso de nata, de la que se usa para montar
Sal
En una sartén, fundir la mantequilla (es mejor no sustituir por aceite) y añadir el vodka. Cuando hierva, añadir la pimienta roja, los tomates y la sal. Cuando los tomates se deshagan (si la lata era de tomates triturados no habrá que esperar mucho ;-) añadir la nata (35% de grasa, engorda que da gusto, ¿quién dijo miedo?) y dejar que cueza sin llegar a hervir, unos diez minutos. Mezclar con la pasta, remover un instante y servir de inmediato.
"Democracy is a beautiful thing, except for that part about letting just any old yokel vote".

y la estrella de la jornada se la lleva esta riquísima receta de un postre sublime


{Coulant de chocolate}
Fuente http://www.larecetadelafelicidad.com/2012/04/coulant-de-chocolate.html

Ingredientes:

8 huevos medianos
150 g de azúcar
150 g de mantequilla
250 g de chocolate para fundir (suelo usar Nestlé Postres)
125 g de harina
25 g de cacao puro en polvo. Si no tenéis, podéis sustituir por harina
Preparación:

Batimos los huevos con el azúcar, usando unas varillas (puede hacerse a mano, no hace falta montarlos)
En el microondas, fundimos el chocolate troceado, programando de 30 en 30 segundos hasta que esté totalmente fundido. Vamos removiendo de cada vez
Añadimos la mantequilla y el chocolate a la mezcla de los huevos con el azúcar, (teniendo cuidado de que no estén muy calientes, para que no se cuaje el huevo). Removemos bien.
Agregamos la harina y el cacao, mezclamos hasta que estén bien integrados
Preparamos 18 moldes de aluminio pequeños (de los de flan desechables) untándolos con mantequilla, y espolvoreándolos con cacao, para que no se pegue la masa. Llenamos los moldes entre 1/2 y 3/4 de su capacidad
Una vez rellenos todos los moldes, llevamos al congelador por lo menos 1 hora. Conservamos en el congelador hasta su consumo
Cuando queramos prepararlos, precalentamos el horno a 180 º C, introducimos los coulants, y horneamos unos 12 min. Cuando están listos, se infla el centro ligeramente, como si fuese una magdalena
Sacamos del horno, e inmediatamente, con cuidado de no quemarnos, cortamos el molde de aluminio con unas tijeras, desmoldamos los coulants, y servimos. A mí me gusta tomarlos con una bola de helado de vainilla
NOTA: si es la primera vez que preparas este postre, te recomiendo hacer una prueba con un coulant antes de hornear los demás, para que compruebes el punto de cocción que te gusta, más o menos líquido. Por supuesto se pueden adaptar las cantidades y preparar menos, pero a mí me gusta tener unos cuantos siempre en el congelador por si hay visitas inesperadas. O un mal día  Los coulants se conservan en el congelador SIN HORNEAR, y pasan directamente del congelador, al horno. Es un postre que hay que tomar recién hecho
Preparación: 10 min

Cocción: 12 min

Raciones:18 coulants

Salu2 a tod@s y felicidades a las madres por su día, a Juliani Versace (Julio Alvarenga) que estuvo de cumple el mismo día y a mi hermano Walter pues también esta de cumpleaños, y a mi buena amiga Mare allá en españa quien también esta de cumpleaños.

Mr. Moon.
La vida es un 10% como viene y un 90% como la tomamos.


viernes, 4 de mayo de 2012

La realidad y la función de onda


Por si la mecánica cuántica no fuera de por sí algo bastante complejo, además puede expresarse matemáticamente de dos formas. La que se suele usar hoy día y con la que el lector probablemente esté algo familiarizado es la que se basa en la función de onda descrita por la ecuación de Schrödinger. Ésta se publicó en 1926 mientras que en 1925 apareció la mecánica matricial de Heisenberg, Born y Jordan; ambas son equivalentes. La formulación matricial se denomina así porque describe las propiedades físicas de las partículas como matrices que evolucionan con el tiempo. Sin embargo, la función de onda describe el sistema en su conjunto; pero no sólo eso, es, además, la descripción más completa que puede darse de un sistema físico. Y esto tiene obvias implicaciones meta-físicas.

El comportamiento futuro de un sistema puede predecirse empleando la función de onda que lo describe (complejidad de cálculo aparte), pero sólo con cierta probabilidad. Esta naturaleza intrínsecamente probabilística de la teoría cuántica se diferencia de la certeza con la que los físicos pueden describir el mundo clásico, lo que lleva a un debate casi centenario sobre la interpretación de la función de onda: ¿representa una realidad objetiva o solamente el conocimiento subjetivo de un observador? En un artículo [1] que aparece en Physical Review Letters, Roger Colbeck, del Instituto Perimeter (Canadá) y Renato Renner, del Politécnico de Zúrich (Suiza), presentan un argumento claramente a favor de la realidad objetiva de la función de onda que podría contribuir a una mejor comprensión del significado de la mecánica cuántica.

Intentemos formular algo más claramente las interpretaciones alternativas de la función de onda antes de describir el trabajo de Colbeck y Renner. Para ello nos será útil aquello de “si un árbol cae en el bosque, ¿hace ruido si no hay nadie escuchándolo?”. En la primera interpretación la función de onda corresponde a un elemento de la realidad que existe objetivamente, esté un observador midiéndolo o no, esto es, el árbol al caer hace ruido lo oiga alguien o no.

Por otro lado, una interpretación alternativa afirma que la función de onda no representa la realidad sino el estado subjetivo de conocimiento de un observador acerca de una realidad subyacente. Así, en 1927, Niels Bohr y Werner Heisenberg, entre otros, abogaron por la denominada interpretación de Copenhague, según la cual la función de onda no es más que una probabilidad matemática que adquiere un sólo valor justo en el momento en el que un observador mide el sistema provocando con ello el colapso de la función de onda. Es decir, sólo si hay alguien que pueda oír hará el árbol ruido; si no hay nadie se mantiene una superposición de estados, ruido y silencio.

Finalmente, una tercera interpretación, niega la mayor y afirma que la función de onda no da una descripción física completa de la realidad y viene a señalar que la mecánica cuántica está incompleta. Este punto de vista corresponde a Einstein, Podolsky y Rosen y afirma que el mero planteamiento del problema del árbol en el bosque no tiene sentido en esos términos.

Colbeck y Renner argumentan a favor de la idea de que la función de onda de un sistema cuántico describe la realidad misma, no simplemente la falta de conocimiento de un físico sobre ella. De hecho, en el artículo que nos ocupa llegan a la conclusión de que la función de onda de un sistema cuántico posee una correspondencia uno a uno con los “elementos de la realidad”, es decir, las variables que describen el comportamiento del sistema. Para llegar a este resultado sólo asumen que las disposiciones de las mediciones se pueden elegir libremente y que la teoría cuántica proporciona predicciones estadísticas correctas, ambas afirmaciones falsables experimentalmente e implícitas en la investigación física.

A la hora de llegar a sus conclusiones los autores parecen, al menos a nosotros nos lo parece, violar el teorema de Cantor, que establece que no existe biyección entre el conjunto potencia de un conjunto y el propio conjunto. Efectivamente, los autores afirman, por una parte, que cualquier información contenida en la lista completa de los elementos de realidad del sistema (la lista se dice que es completa si contiene todas las predicciones posibles acerca de los resultados de un experimento llevado a cabo en el sistema) ya está contenida en la función de onda del sistema. Dicho de otra manera, la función de onda incluye todos los elementos de realidad. Pero, por otro lado, Colbeck y Renner afirman que la lista de elementos de realidad incluye la propia función de onda. A partir de estas dos afirmaciones los autores concluyen que la función de onda está en una correlación uno a uno con sus elementos de realidad, a pesar de la distinta cardinalidad. Esta correlación, biunívoca según los autores, implicaría además que la teoría cuántica es completa.
Sin embargo, si la lógica fuese consistente (ya lo determinarán los expertos), la única asunción real es que un experimentador pueda, en principio, elegir los experimentos que quiere llevar a cabo. Dicho de otra forma, si se acepta que existe esta libertad de elección entonces la función de onda describe la realidad necesariamente. Démonos cuenta de que entramos en un bucle: para determinar si existe libertad de elección tenemos que conocer la naturaleza de la realidad, pero para poder conocer ésta tenemos que admitir a priori que existe libertad de elección, lo que tiene que ser demostrado.

Recientemente otros autores han apoyado la idea de la función de onda como representación completa de la realidad a partir de razonamientos diferentes. Así, Pusey, Barrett y Rudolph [2] argumentan que la interpretación subjetiva de la función de onda contradice asunciones plausibles de la mecánica cuántica, como que los sistemas múltiples pueden disponerse de tal manera que los elementos de realidad no estén correlacionados o, dicho de otra manera, que dos partes de un sistema pueden ajustarse independientemente de tal manera que los valores de las variables que los describen no se hayan influido entre sí.

En cualquier caso hay algo que no debemos olvidar: incluso si conociésemos la función de onda de un sistema y, por tanto, su realidad, su comportamiento futuro seguiría sin poder predecirse con certidumbre. El azar sigue siendo inherente a nuestro conocimiento de la naturaleza. Más sobre esto en El Universo es como un gato: determinismo y teorías físicas

Referencias:

[1] Colbeck, R., & Renner, R. (2012). Is a System’s Wave Function in One-to-One Correspondence with Its Elements of Reality? Physical Review Letters, 108 (15) DOI: 10.1103/PhysRevLett.108.150402

[2] Matthew F. Pusey, Jonathan Barrett, & Terry Rudolph (2011). The quantum state cannot be interpreted statistically [Not published in a peer-reviewed journal] arXiv: 1111.3328v1

Fuente : http://www.experientiadocet.com/ el excelente blog de César Tomé

Salu2 a tod@s y Felíz cumpleaños a mi madre pues ayer estuvo de cumpleaños

Mr. Moon.
La vida es un 10% como viene y un 90% como la tomamos.